En Misiones la re re, no pudo con el pueblo
Monseñor Joaquin Piña : Al frente de la oposición derrotó a Rovira y sus ambiciones de re reelección
por Jorge Morales
Según Piña, la derrota de Rovira fue también un revés
para Kirchner, “que recibió un fuerte golpe“
Con el aval de Néstor Kirchner (en función de Presidente) y todo el aparato del gobierno nacional, el gobierno de Misiones, encabezado por Rovira, en el año 2006 fue por la re reelección. El religioso se puso al frente de la oposición y en procura de defender la democracia y la república, logró derrotar las ambiciones de Rovira y el deseo de Néstor Kircher. El plebiscito por la re re fue derrotado por la mayoría del pueblo.
Puede que este antecedente sea el que nos diga que a Cristina Fernández (actual presidenta) no le cuadra para nada la intención de José Luís Gioja de buscar su re reelección violando claramente el espíritu de la Constitución de la Provincia de San Juan. Podrá ser legal, hasta quizás se quiera legitimar como sea, pero es claramente violatorio del espíritu de la norma constitucional que pensaron los constituyentes sanjuaninos del año 1986.
Texto de las cartas enviadas por Monseñor Pina antes y después del intento de Rovira en Misiones:
Carta pastoral Monseñor Piña,
domingo (30 de Julio 2006):
“El tema es el siguiente: ¿Aprendimos, o no aprendimos la lección, después de la experiencia de los años de la dictadura? ¿Queremos, o no queremos vivir en una democracia real?
Pero lo que yo no puedo entender es que sea democracia esto que estamos viviendo cada día más, de la concentración del poder en una sola persona. Como ya lo dije varias veces, es de esencia de toda democracia, el principio de la división e independencia de los tres poderes del Estado; El Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.
Ahora bien, en estos últimos años, hemos asistido a un avasallamiento del primero sobre los otros dos poderes, en desmedro de su independencia.
¡Es tan fácil manipular las elecciones, cuando uno tiene el poder! Y, por supuesto, con mucho dinero. Pero, si se anda flojo en otras asignaturas, la ética, sobre todo.
Pero, en fin, poco a poco se logró tener una cámara adicta, con mayoría absoluta, que diga “amén” a todo lo que yo le proponga.
Faltaba la suprema Corte de la Justicia, y ya se resolvió también esto, con un sistema de designación de los magistrados más que cuestionables. Por algo se armó tanto revuelo. Yo me animé a decir que esto había sido un “Réquiem por la Democracia”. Otros lo definieron todavía mejor, y lo fundamentaron.
¿Qué Faltaba? –Lo único que faltaba era darles la posibilidad de perpetuarse en el poder. El continuismo en toda su pureza. Y lo propusieron sin ninguna vergüenza. Con razón que alguien habló de “unicato”. Algo parecido a un imperio. Como en la China de antes, el “Celeste Imperio”. ¿En qué quedo la democracia? ¿Qué nos queda?
Nuestra gente, en general, es demasiado buena; y fácilmente se le engaña. No hace falta mucha conciencia cívica para hacer prevalecer nuestros derechos. El pueblo empobrecido se preocupa más que nada por lo económico. (Aunque no sea más que un mínimo beneficio), que por la libertad; Y en definitiva, por su dignidad. Es lo que dice la Biblia, de Esaú, que vendió su derecho de primogenitura por un plato de lentejas.”
Carta pastoral de Monseñor Piña,
domingo (10 de septiembre de 2006):
“Aunque yo no lo pretendí, ni siquiera lo pensé, a esta altura del partido, creo que podemos decir que, con esta reacción popular en la Provincia de Misiones, tal vez podamos prestar un servicio a otros hermanos, de otras provincias, que están pasando por circunstancias parecidas. Todo sea para bien. “Para servir”, como reza nuestro lema.
En el Mensaje de los sacerdotes, dice que éste no es un Frente contra nadie en particular, sino que se opone sólo a este proyecto del Gobierno de cambiar la Constitución, curiosamente en un solo artículo. Y que no se desconocen las obras de éste u otro Gobierno pueda haber realizado. No se trata de esto. Porque no se pueden comprar las voluntades y el voto de la gente con obras públicas o subsidios.
Se sabe que todos los gobiernos totalitarios, (dictaduras, imperios, o lo que sea), siempre se caracterizan por hacer grandes obras públicas. Tal vez faraónicas, como las pirámides de Egipto, que como sabemos, fueron levantadas por todo un pueblo de esclavos. Así que, no se dejen engañar por esas obras, ni por los discursos y promesas...
El Gobierno actual no tolera ninguna clase de oposición. Lo vemos cada vez más autoritarios. Y es por esto que quieren perpetuarse en el poder para que nadie les pueda investigar y pedir cuentas.
Hablan del caudillismo, que tanto daño hizo en otras provincias. De los feudos. De esos gobernantes que se presentan como los salvadores o Mesías, los únicos capaces de gobernarnos, como si fueran puestos por Dios. Con razón citan en el Salmo 146, 3-4, que advierte: “No pongan su confianza en hombres que se creen mucho, pero que no les podrán salvar. Cuando mueran, volverán al polvo, y ahí terminarán sus proyectos”.
Y añaden: “No solo han corrompido las voluntades de nuestros intendentes, legisladores, sindicalistas, jueces, etc. Sino que, a través del clientelismo, han sabido sacarle buen provecho al hambre, la ignorancia y las necesidades de la gente”. Son muchos, hoy, los que vendieron sus derechos, (o su dignidad) a cambio de un plato de comida (o de lentejas), como dice la Biblia que Esaú vendió a Jacob su primogenitura.
Y finalmente, dicen mis hermanos Pastores, “justificar la posibilidad de la continua reelección con el argumento de que la gente tiene derecho a elegir (a quien quiera), no es más que una falacia, (un engaño), detrás del cual se esconden otros intereses, por su puesto que espurios, de quienes buscan perpetuarse en el poder para seguir robando”