La plata de Fuerza Néstor

Por Ernesto Simón

uno
Llega el fin de año y es inevitable hacer un sucinto balance. Como dice el filósofo Silvio Rodríguez: “Unos celebran sus millones, otros la camisita limpia, y hay quien no sabe qué es brindar”.

dos
Acá un grafico, (espero se entienda) publicado por Diario Perfil y no desmentido por ningún funcionario, de los bienes que dejó “Fuerza Néstor” al partir. La suma de 59.000.000 millones de pesos que ahora deberán entrar en el sucesorio. Del total, una mitad va para la viuda, es decir la presidenta, y la otra mitad quedará para los hijos del hombre que “dejó su vida por la patria”, que “dio hasta la última gota de sangre por su país”, del “Eternauta” (La Cámpora dixit).

tres
“Fuerza Cristina” ahora deberá asumir que es una afortunada y que el fruto de su trabajo y el de su marido ahora cobra valor.

cuatro
Alguno de los agudos periodistas que analizan la realidad local. Sea de una radio, un canal o un diario: ¿se animarán a blanquear el dato acerca de los bienes de José Luis Gioja, sus amigos íntimos, sus funcionarios de confianza y sus familiares directos? Desconozco la cifra, pero no sé por qué algo me dice que es un numerito interesante. De varios ceros. Pero la verdad es que no la sé.

cinco
Cada quién calmará su conciencia justificando los pocos o muchos pesos que pueda acreditar en su peculio. Algunos hasta se convencerán a sí mismos que si no manoteaban ellos la guita de tal o cual coima, otros lo harían en su lugar. En fin. El robo que ejecuta el ladrón de guante blanco, para quien nunca habrá mano dura ni prisión, es una mecánica que acaso jamás entenderemos.
¿Por qué tanto?, se preguntan algunos. Otros nos preguntamos si realmente llegarán a poder gastar la friolera de pesos que amarrocaron, o se irán al cielo-infierno sin haber podido siquiera imaginar la montaña de billetes que les dejarán a sus seres queridos.

seis
Por lo pronto, mi máximo deseo es desearles un feliz año venidero a todos los que visitan El Bar del Fin del Mundo. Y me conformo con aquella vieja premisa que nos legara oportunamente el cantante Roberto Carlos: “Yo quiero tener un millón de amigos, y así más fuerte poder cantar”.

FELIZ 2011, es el deseo del bar más concurrido de las llanuras sanjuánicas.