Gioja: la ilusión efímera y vana
de integrar una fórmula presidencial
Por Ernesto Simón
uno
Ya agotadas todas las instancias posibles para integrar la fórmula presidencial del oficialismo durante las elecciones del 2011, el gobernador Gioja se bambolea entre dos ideas. Una es violentar la Constitución provincial y reformarla. Para ello necesitará un estudio minucioso y el voto seguro de sus diputados acólitos, esa caterva que se destaca en la cámara por practicar una obsecuencia desmesurada. La otra es volver a ser Senador.
dos
Hay que ser claros a la hora de decir las cosas: si es verdad lo que publicó el Diario Oficial de Cuyo acerca de que el gobernador José Luís Gioja quiere ser reelecto como gobernador de San Juan por segunda vez, deberá modificar las leyes, ya que la actual Constitución le prohíbe un tercer mandato. Tartufos siempre sobran, como para acondicionar el camino que le permitirá la entrada triunfal, con alfombra roja incluida, a la Casa de Gobierno una vez más. El oficialismo, aparte de contar con el poder legislativo casi en su conjunto, cuenta con el aval incondicional de la Corte de Justicia, que ya habría dado el visto bueno a éste último recurso que prepara el giojismo para sostenerse en el poder tras el fracaso de integrar la fórmula presidencial.
tres
En la visión reduccionista que presenta Diario de Cuyo, acostumbrando así a sus lectores a una combinación de análisis lineal y opinión verticalista, sindican a algunos peronistas como aspirantes a suceder al gobernador. Son: el intendente de la Capital, Marcelo Lima y su colega Sergio Uñac, de Pocito. Otro posible sería el senador César Gioja, que, da la casualidad, es hermano del gobernador, y también hermano del diputado nacional Juan Carlos Gioja (Son una familia vocacional). Y también aducen que estaría en línea de largada el diputado nacional Daniel Tomas. Olvidan al cristinista Ruperto Godoy, A puertas cerradas, Peto Godoy habría anunciado su interés por la candidatura.
cuatro
Pese a que el gobernador tuvo la obsesión de proyectarse en el orden nacional, algo falló. No hubo Mirtha ni Susana que valga. Ni cruce de la cordillera, ni Fiesta del Sol, ni congreso que lograra convencer a los Kirchner de que Gioja es buena piedra para la onda. Justo cuando se viene un año electoral y es necesario arrojar la primera piedra. La vana intentona de Gioja deja al descubierto su pequeñez política, ya que si bien a logrado un microclima en San Juan, afuera es apenas un gobernador pintoresco de una provincia sostenida por enormes sumas de dinero que le estuvieron enviando todo el tiempo. Además, ha sido cuestionado desde medios nacionales por su relación carnal con la minería imperial y predatoria. Relación que aprendió a entablar hace décadas, cuando fue un buen alumno en el bloque de diputados menemistas. A Gioja le falta carisma. Y si bien en San Juan no hay quién le haga frente, en el concierto nacional no llega a ser más que un peronista de ocasión. Alguien que se alejó del menemismo, se arrimó a Duhalde mientras fue presidente, y luego devino en kirchnerista. Ese zigzagueo ideológico lo convierte en poco confiable, aun para gobiernos de derecha, a la que siempre adhirió desde las filas en que le tocó actuar. Su posición conservadora frente a la ley de matrimonio de personas del mismo sexo, su actitud cipaya durante la votación de la Ley de Glaciares, su vinculación con el Grupo Vila, y su falta de voluntad para resolver el “Caso Tellechea”, completan el “Combo Conserva”, un menú que los K detestan a la hora de elegir fast food.
cinco
En política todo se paga. Los radicales tardan 10 años en purgar sus errores. En cambio, a los justicialistas se les perdona más rápido. Componentes indescifrables de la historia argentina hacen que no podamos explicar la paradoja. Por lo pronto, lo de Gioja está abierto, aunque con la muerte de Néstor Kirchner la cosa se le ha complicado. No debemos cerrar una opinión hasta que llegue marzo. Pero en la cara del hombre ya asoma la desilusión. Otra vez será.