Fiesta
“Hoy el noble y el villano,
el prohombre y el gusano
bailan y se dan la mano
sin importarles la facha”.
J. M. Serrat
Por Ernesto Simón
Ante todo: no está bien que alguien se regodee por lo que ha sucedido el día 22 de febrero, a días de que comience la Fiesta Nacional del Sol 2011. Pasó algo desagradable y peligroso. Sucedió en el Autódromo El Zonda Eduardo Copello. Un accidente. Tablas que cedieron y bailarines que preparaban el número final para la Fiesta del Sol. Un descuido de quienes debían garantizar seguridad. Negligencia que, desde luego, ningún funcionario pagará. El resultado es 21 lesionados en un derrumbe del escenario. Habían 390 personas entre bailarines, cantantes y actores. Los accidentados cayeron a un foso de cinco o seis metros de profundidad. Desde el hospital informaron que Anabela Castro presentaba fractura de cadera y húmero de uno de sus brazos. Daniela Castro fractura de fémur en una pierna. Las dos quedarán internadas junto a otra joven con un golpe en la columna.
Todos los medios minimizaron el asunto. Usaron el término “susto”. Acaso para tratar peyorativamente un grave accidente que podría haber terminado en catástrofe, acaso para no poner en riesgo la fabulosa cuota de pauta publicitaria que reciben. Quién sabe. El gobernador dijo que “parece que el que armaba el escenario lo dejó flojo y por eso pasó lo que pasó. En su momento se buscarán responsables”. Flojo el escenario, flojo el gobernador, que promete justicia a largo plazo. De seguro espera a que llegue el viento y se lleve los malos recuerdos. La lluvia lava las conciencias y la corrupción suele quedar aplastada por la humedad del día siguiente. Así sucede todo en esta comarca donde la familia feudal tapa todo y deja hacer. El gobierno de Gioja ha sido una fábrica de millonarios. Mucha cosa irregular. Mucha plata insondable que vaya a saber a qué bolsillos va a parar. Mucha indignidad junta, en un pequeño mapa al que la cartografíoa llamó “San Juan de las Fronteras”.
Las coimas no suelen dejar rastros. De no creerse. Y si no, preguntarle al ex presidente Menem, a Escobar, a De la Rúa, a Duhalde, a varios que pasaron y no dejaron nada. A ver si la historia argentina nos puede ofrecer un ejemplo de algún ex funcionario preso por corrupción. Pobre viejo don Alfonsín, pobre Don Arturo Illia, dieron un ejemplo de decencia que se cayó a pedazos en un país donde todavía quedan muchos que suscriben al “roba pero hace”, al “algo habrán hecho”, al “con la honestidad sola no hacemos nada”. Que repulsivos suelen sonar esos eslognas en bocas fétidas que disparan frases infelices, impensadas, absurdas.
A mis pequeños y diminutos detractores: perdón por no tener tiempo para responderles como ustedes quisieran. Perdón por no tener adentro la envidia y la saña que ustedes sacan a diario. Ese hedor característico de los frustrados que suelen aspirar sin reparo al carnet de intelectual. Pero no se da. Qué se va a hacer. A veces la no sale. Mil disculpas por no poder arrastrarme por el suelo como ustedes lo hacen. Por no hocicar por oscuros ministerios oficiales adonde se consiguen subsidios para artistas. En serio, lamento mi incapacidad para descender a sus liliputienses miradas.
Hago mención acá, de un suceso que roza con la valentía que ya Axel había mostrado en otros tiempos, cuando dijo estar en contra de la mega minería a cielo abierto. En el Cosquín Rock, que se realizó en Córdoba hace muy poco, el líder de Calle 13, René Pérez, levantó una bandera que bien merece ser levantada. “El agua vale + que el oro”, decía. Lo cual explica dos cosas. Una: parece que la minería con cianuro arruina el agua dulce. Y la otra: René Pérez escucha a Antonio Canale en AM Las 40. Y bueeeh, ahí vamos.