100 familias cuestionaron la política habitacional de Gioja
Pese a los halagos del Jefe de Gabinete, unas 70 familias sanjuaninas tomaron un terreno del Ejercito Argentino en Marquesado mientras que otras 30 cortaron una calle en La Bebida. Gioja se vió obligado a recibir una comisión de los okupas y el ministro Molina tuvo que dar la cara y prometió censar a las familias del oeste de Rivadavia. La política habitacional nuevamente volvió a ser cuestionada.
Nadie en la provincia sospechó que alguien tuviera necesidades tan serias como para trasladar muebles, palos, nylon y niños a un terreno de la Nación en Marquesado o cortar una calle en La Bebida. Pero no eran dos o tres sino unas 100 familias que tienen necesidades básica insatisfecha en la zona oeste del coqueto departamento de Rivadavia.
La erradicación de villas es un hecho que puso en la vitrina nacional la política habitacional de San Juan aunque el gobierno de Gioja intente victimizarse ante la clase media sanjuanina a la que dejó de lado en la distribución de los planes de viviendas. Pese a que la última adjudicación masiva de vivienda tuvo a este sector como protagonista hubo denuncias de adjudicaciones irregulares, sospechosas y hasta escandalosas.
¿Pero qué llevó a estas familias a tomar esa decisión? Aunque el gobierno exprese sorpresa sabe perfectamente que existe en San Juan un déficit habitacional importante que se agravó desde el 2005 cuando las mineras y el gobierno prometieron a las inmobiliarias 30 años de excelentes negocios.
Las mineras empezaron alquilando viviendas para sus profesionales extranjeros y como estrategia del gran negocio minero y de sus beneficios, pagaron 12 meses adelantados y en dólares. Las inmobiliarias vieron en puerta un buen negocio y dejaron de lado los pobres sueldos de San Juan.
Para tener en sus carpetas más casas vacías para ofrecérselas a las mineras, algunas inmobiliarias impusieron cláusulas leoninas y obligaron a los inquilinos a pagar subas a los 12 meses y en algunos casos hasta en 6 meses. Ni hablar de renegociar el alquiler al cabo de los 2 años. Se hizo imposible llegar a los montos exigidos mientras el organismo que debía cuidar los intereses de los consumidores no actuó con el peso de la ley y se limitó a acciones mediáticas.
Con este panorama, las promocionadas 63 erradicación de villas solo alcanzó para los que vivían en estos sectores y dejó de lado a los que alquilaban y alquilan a duras penas mientras el costo de vida sube enormemente y los anuncios que San Juan está por arriba de la media nacional (¿?) ya casi no hacen efecto en la economía provincial. Alquilar en San Juan es más caro que hacerlo en Buenos Aires, Mendoza o Córdoba.
Desde el 2003 a la fecha, cada año el gobernador Gioja anunciaba la construcción de 10.000 viviendas. Nunca se supo si esa cantidad se construiría en los 4 años de gestión o en cada año. Los estrategas comunicacionales poco les importó aclararlo. Los fondos del FONAVI y del ANSES ya han sido utilizados por el gobierno provincial y hasta el año que viene no existe posibilidad que nuevos barrios se vayan a construir.
El gobierno aún debe darle respuesta a la CGT a quien le prometió viviendas que iban a comenzarse a construir en octubre del 2009 y hasta el momento solo algunos barrios han sido entregados o iniciado su construcción.
Difícilmente la próxima etapa de construcción de barrios sean destinado a la clase media. Algunos sospechan y hasta denuncian entregas de viviendas por compromiso político y fue el intendente de Angaco quien puso sobre la mesa de los sanjuaninos que las sospechas eran verdades.
Cualquiera en el San Juan Minero sabe que existió favoritismo en la adjudicación de vivienda. En los días previos al sorteo una serie de panfletos inundaron los alrededores del estadio cubierto que daban cuenta de los "amigos" del poder que accederían a una vivienda o los que no reunieron los requisitos y lograron la tan ansiada casa.
Así y todo, con erradicación de villas y la adjudicación de 2.700 viviendas envuelta en denuncias de favoritismo San Juan sigue con un alarmante déficit que llevó a que 70 familias se instalaran en un predio del Ejercito Argentino y otras 30 cortaran una calle de La Bebida. El ministro Molina recién ahora los censará y ahí se enterará que existen personas con necesidades básicas insatisfecha. Es de esperar que el joven funcionario no se convierta en macrista y trate a estas personas como si fueran peón de estancia.
Aníbal Fernández, jefe de Gabinete, intentó mostrar como ejemplo de erradicación de villas a San Juan. 100 familias demostraron lo contrario.
Fuente: El Tribuna Digital (www.eltribunadigital.com.ar)