Dario Aranda:” Van a seguir
avanzando sobre nuestros territorios”
ComAmbiental entrevistó al periodista Darío Aranda, que desde hace 10 años investiga el impacto del modelo económico nacional sobre las poblaciones rurales.
La represión efectuada en la comunidad La Primavera en la Provincia de Formosa el pasado 23 de noviembre y la huelga de hambre a la que el líder qom, Félix Díaz, apeló para recibir una respuesta del gobierno nacional, dieron cierta visibilidad a una problemática territorial, cultural, social y económica que desde hace años aqueja a los pueblos indígenas y campesinos de nuestro país.
Com.Ambiental: Sabemos que seguís la problemática de los pueblos indígenas y su relación con el ordenamiento territorial, y que en tus publicaciones tratás de dar visibilidad a su modelo productivo, que es contrapuesto al nuestro. Desde tu rol de periodista y de cronista de estas realidades, ¿Cómo ves el futuro, con vistas al año que viene, que es un año electoral?
Aranda: Todos los modelos de la región sustentan su economía en un modelo extractivo. Todos los países de la región, más o menos progresistas se basan en esto: en el petróleo, en el gas, en el monocultivo, en la minería. Y para seguir sosteniendo esto van a tener que seguir avanzando sobre territorios, y los propios gobiernos lo reconocen.
Progresismo y Derechos Humanos
Los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández son objeto de un elogio y una crítica en común. Por un lado, se juzga favorable su política en derechos humanos. Por el otro, se destaca la falencia en política ambiental y el perjuicio que trae el modelo económico basado en una lógica extractivista de los recursos naturales. Sin embargo, en lo que a pueblos indígenas respecta, la política de derechos humanos brilla por su ausencia.
Tras la represión en la comunidad La Primavera, en Formosa, Aranda escribió: "El asesinato de Roberto López, originario del Pueblo Qom, debiera ser (al menos para quiénes dicen estar del lado del pueblo) el momento justo para denunciar la violación de derechos humanos y, sobre todo, la complicidad política que ocasiona esos asesinatos. Optar por el silencio es muy parecido a decir que los pueblos originarios algo habrán hecho".
CA: ¿Cuál es tu postura ante la política de derechos humanos del gobierno, teniendo en cuenta los casos de saqueos y represión sufridos por los pueblos indígenas?
Aranda: Me preocupa que no haya condena por la represión a los pueblos indígenas, sea privada o estatal. Porque si no hay condena se va a repetir. Si no hay justicia la historia se repite.
A mí la derecha no me importa, ya sabemos de qué se trata. Pero me preocupa el progresismo. Cuando fue la represión en Formosa publiqué una nota y varios conocidos me decían que le estaba haciendo el juego a la derecha, y yo no puedo creer que algunos compañeros no vean que es silenciando un asesinato o siendo cómplices de una represión como se le hace el juego a la derecha.
Están claros cuáles son los límites de este gobierno, y me parece que estos límites no se los imponen al gobierno, sino que éste los acepta. Si un gobierno acepta que maten indígenas, yo no puedo defenderlo.
No veo que vayan a cambiar la matriz productiva de la región. Y para mantener esa renta van a avanzar sobre territorios. Argentina tiene 400 proyectos mineros en estudio. Imaginemos que se concreten solamente el diez por ciento, ¡es muchísimo! Y cómo impacta esto en el agua, en la tierra, en el consumo energético, las grandes represas que se hacen inundando grandes zonas para proveer de energía a estos proyectos, etcétera.
En ese sentido me parece que los indígenas, los campesinos y las asambleas socio ambientales van a ser las primeras víctimas de esto; por el despojo de territorio o por la represión. Porque ellos no están peleando por mejoras económicas (más allá de que les vendrían bárbaro), están peleando por mantener una forma de vida y por darle una mejor vida a sus hijos, y no hay plata que compre eso. Y por esa razón creo que la lucha se va a acentuar. Y por eso lo que sucedió en Formosa.
CA: ¿Observas algún gesto en el gobierno que indique que podría haber un giro en el modelo productivo?
Aranda: Hay una anécdota de la Presidenta con las comunidades indígenas, en la que le preguntaron qué pasaría si encontraran petróleo en un territorio indígena, y ella respondió que en ese caso "tomarían las medidas necesarias para que el traslado sea lo menos traumático posible". Y eso es muy fuerte, porque, o no entendió nada, o entendió todo y no le importó nada. Si hay petróleo en Palermo no van a desalojar Palermo por el petróleo, ¿por qué van a desalojar una comunidad de Formosa? Es una discriminación de clase. El pueblo indígena sufre una discriminación de clase. Y ahí se nos cae la careta.
Sé que ningún gobierno puede cambiar la matriz productiva de un día para otro. Pero hay decisiones que se toman. El Plan Agroalimentario Nacional, que es un proyecto de 6 años, especula que el país va a aumentar el tonelaje de soja. Y no es que va a ser más productivo: es que va a avanzar sobre nuevos territorios. Todo está dado para que la conflictividad rural siga.
CA: ¿Según tu visión, por qué sucedieron los hechos de Villa Soldati y por qué sucedieron los hechos de Formosa?
Aranda: No voy a decir nada nuevo: hace 30 o 40 años que está avanzando el despoblamiento del campo. Y los grandes cordones urbanos de todas las ciudades, desde la más chica a la más grande se están sobrepoblando.
No hay política para que la gente viva en el campo; al contrario, hay política para que la gente se vaya del campo, ya sea no dándole las herramientas para que lleven adelante su forma de vida o fumigándolos para que se vayan. El sobre poblamiento de las grandes ciudades tiene que ver con eso, y esto es una de las causas de la crisis habitacional.
CA: ¿Creés que la nueva ley de medios contribuye a que los pueblos originarios tengan voz?
Aranda: Yo creo que los pueblos indígenas tienen voz. Todos tenemos voz. El tema es que no lo escuchamos. Me parece que a lo sumo puede servir para identificar una voz, pero me parece que es menospreciar a los pueblos indígenas o a cualquier actor social, decir que no tienen voz. La otra vez escuchaba a un periodista que decía "yo le doy voz a los que no tienen voz". Me parece una postura equivocada. Sí me parece que el pueblo indígena tiene una vasta experiencia en leyes que no se cumplen, con ellos; así que yo no es que descreo, pero me permito desconfiar. Ojalá que sí. Ya hay experiencias interesantes de comunicación de los pueblos indígenas y campesinos y ojalá la ley sirva, pero no quiero creer rápidamente.
Sí creo que los pueblos indígenas van a tener un rol cada vez más protagónico. Eso no quiere decir que no va a haber más represión, pero me parece que va a haber puntos de quiebre. Lo demás es futurología, pero yo hoy veo a los pueblos indígenas y a los campesinos mucho más fuertes que hace 20 años. Mi libro termina con un capítulo que se llama "la organización de la lucha y la resistencia". Yo soy optimista en tanto se mantenga esta lucha, y es necesario que la sociedad se sensibilice; en ese sentido me parece que los periodistas tenemos un rol importante para jugar.
Trayectoria
Darío Aranda (33) estudió periodismo en la Universidad de Lomas de Zamora. Allí tuvo sus primeras prácticas como periodista en la Agencia de Noticias de la misma facultad, involucrándose desde entonces en los temas sociales, indígenas y campesinos.
En el año 2003, siendo aún estudiante, consiguió una pasantía en Página 12, donde aún hoy continúa publicando notas como colaborador. "Cuando entré me llamó la atención que había muy poco archivo sobre el tema indígena, así que empecé a escribir sobre eso, había margen para hacerlo".
Este año, Editorial La Vaca editó su libro: "Argentina Originaria. Genocidios, saqueos y resistencias", donde se plantea una fuerte analogía entre la situación de los pueblos indígenas y los sucesos de la última dictadura militar: campos de concentración, desaparecidos, torturas, asesinatos masivos, robo de bebés, todos crímenes de lesa humanidad que caen también sobre la historia de los pueblos originarios.
"En la actualidad, la sistemática violación de derechos humanos de pueblos indígenas no escandaliza a la opinión pública", denuncia Aranda en su libro. Una deuda que en conjunto nos debemos como sociedad.
Fuente: comambiental.com.ar Autora Analí López Almeyda.